La historia

Por encargo del sevillano Manuel Gaviria Alcoba (1794-1855), II Marqués de la Casa de Gaviria y afamado banquero y bolsista, el Palacio de Gaviria comenzó a construirse en 1846 sobre los cimientos del antiguo Palacio del Duque de Arcos. La obra corrió de la mano de Aníbal Álvarez Bouquel, un reputado arquitecto de la época con estudios en la escuela de San Fernando en Madrid y después en Roma, además de impulsor en la capital del eclecticismo, un movimiento que mezcla elementos de distintas épocas y estilos.

También conocido entonces como Palacio de Buena Esperanza -en alusión a otro título nobiliario del propio marqués-, el Palacio de Gaviria se inauguró en 1851 en el transcurso de un baile presidido por la reina Isabel II. El diario La Nación destacó aquel año que “en Madrid no hay ninguno que le iguale en lujo y magnificencia, en suntuosidad y buen gusto”.

El Madrid de los Austrias y aledaños era, a mediados del siglo XIX, zona de moda de las clases altas decimonónicas de la capital, por lo que no es casual que el Palacio se ubicara entre la Puerta del Sol, el Palacio Real y el Teatro Real, este último inaugurado justo un año antes, en 1850. Realizado siguiendo el estilo italiano tan en boga en aquella época, Álvarez Bouquel encontró inspiración en el Quattrocento, uno de los períodos más importantes del panorama artístico del continente europeo y, más en concreto, en el romano Palacio Farnese.

Si bien en tiempos del marqués de Gaviria, el Palacio tuvo un exclusivo uso residencial, en otros períodos de la historia ha sido un espacio dedicado a múltiples labores. Así, durante la Guerra Civil fue cuartel republicano; en épocas posteriores, sede de ministerio, centro de decomisos o espacio de ocio y eventos privados.

En febrero de 2017 comienza su actual andadura como Centro de Exposiciones, alojando desde entonces sendas retrospectivas de M.C. Escher y Alphonse Mucha, la exposición colectiva ‘Revolucionarios del siglo XX. Magritte, Duchamp, Dalí. Obras maestras del Museo de Israel en Jerusalén’ o ‘Tamara de Lempicka. Reina del Art Déco’. Además, el Patio Andaluz, sala secundaria del Centro de Exposiciones Palacio de Gaviria, ha acogido muestras de gran éxito como ‘I Love Ego’, enfocada a un público familiar.

El Marqués de Gaviria

Manuel Gaviria Alcoba, hijo de Manuel Gaviria Douza, I Marqués de la Casa Gaviria, fue un inquieto banquero que participó en la creación del Banco de Isabel II junto a José de Salamanca, José de Buschenthal y el Marqués de Santa Olalla.

Notable caballero de la época que le tocó vivir, el marqués de Gaviria fue diputado de las Cortes en 1847, Senador Vitalicio, y caballero supernumerario de Carlos III por Decreto de 24 de diciembre de 1832. El 16 de septiembre de 1839 se le nombró caballero de la Gran Cruz de la Real Orden Americana de Isabel la Católica y el 21 de octubre del mismo año, obtuvo la Cruz de la Orden de Carlos III. El 18 de agosto de 1840 se le reconoció como ‘gentilhombre de cámara con ejercicio’. Además, fue regidor del Ayuntamiento de Madrid.

Gracias a su labor banquera, el marqués de Gaviria amasó una notable fortuna que se vio plasmada en su ambicionado palacio de reminiscencias italianas, el Palacio de Gaviria.